Publicat a Crònica Digital, 09-02-2012. El 11 de marzo es el primer “aniversario” del desastre de Fukushima. Los Verdes del PV se unen al manifiesto de Tanquen Cofrents que tendrá lugar el sábado 10 a las 18’30 horas ante Delegación de Gobierno en Valencia.
Según indican en su manifiesto de adhesión es irresponsable la prórroga de la Central de Garoña hecha por el gobierno de Rajoy; asimismo recuerdan que unos días antes del accidente de Fukushima el gobierno, entonces de Zapatero, prorrogó por diez años más la vida de la Central de Cofrentes. En opinión del grupo ecologista “Ninguna central nuclear debe prolongar su funcionamiento más allá de los 30 años de vida útil, hay sobradas razones económicas y de seguridad y salud para las personas para exigirlo”, dice J.F. Peris.
Asimismo recuerdan las graves consecuencias que tiene para la regresión de las costas y como causa de repetición de fenómenos climáticos catastróficos, como la gota fría, la subida de la temperatura global del Planeta que provocan los gases con efecto invernadero, sin olvidar los daños directos que están provocando en la salud de las personas el aumento de la contaminación atmosférica en las áreas urbanas en momentos de sequía prolongada.
“Es indignante que ante el aumento de la contaminación atmosférica en las grandes áreas urbanas provocada por la combustión de los combustibles de los vehículos en una sitaución anticiclónica estable los Ayuntamientos no adopten medidas de restricción del tráfico rodado y miren hacia otro lado. Es hora de que acabe la connivencia de los políticos gobernantes, a todos los niveles de la Administración, con las grandes empresas energéticas, que parece que ser las que gobiernan realmente en este país”
Los Verdes del PV Se adhieren al acto que se celebrará el sábado en Valencia y hacen suyo el manifiesto de Tanquem Cofrents:
Fukushima Nunca mas. Vivir sin nucleares.
Este manifesto se leerá el próximo 10 de Marzo en la concentración que tendrá lugar frente a la Delegación de Gobierno de Valencia con motivo del primer aniversario de la tragedia de Fukushima.
Estamos aquí reunidos para conmemorar, junto a decenas de ciudades del resto del estado y del extranjero, donde se están celebrando actos y acciones simultaneamente, el primer aniversario del acccidente de Fukushima, y para recordar que Fukushima no ha terminado, que Fukushima nos afecta, y que en donde hay una nuclear hay un Fukushima (o un Chernóbil), en potencia.
Durante el año que ha pasado hemos visto todo tipo de maniobras de la industria nuclear y sus grupos de presión para que Fukushima aparezca como un acontecimiento superado. La realidad es bastante diferente: las secuelas de la catástrofe continúan hoy, y sus efectos sobre la vida y la salud perdurarán en el tiempo.
La fecha del 11 de marzo de cada año trae el recuerdo de todo tipo de víctimas, personas que han sufrido tragedias por causas naturales o por actos de terrorismo, y a las que ahora tenemos que sumar las de un desastre nuclear.
A diferencia de las secuelas de una catástrofe natural, o de una acción fruto de la barbarie humana, las consecuencias de una catástrofe nuclear, como Fukushima o Chernóbil, se proyectan más allá de los supervivientes, y las víctimas no se encontrarán únicamente en la zona afectada. Es el precio que pagamos por la energía nuclear. La única salida a esta irracionalidad es detener las centrales nucleares, lo que no sólo es posible, económica y técnicamente, sino que también es necesario a nivel social y ambiental.
Además del peligro de accidente, las centrales nucleares están impidiendo en España una mayor participación en la generación eléctrica de las energías renovables, que generan muchísimos más puestos de trabajo que cualquier otro tipo de generación clásica y, sobre todo, que la nuclear. Unas energías renovables cuya producción fortalece también la independencia energética del exterior y reduce a medio plazo el precio de la electricidad al consumidor final.
Hoy la mayoría del reactores nucleares de Japón permanecen apagados, y no hay crisis de energía ni cortes de electricidad. Hay una grave crisis, sin embargo: la de la contaminación radiactiva. Sus efectos y su alcance real no se conocen, ni se conocerán nunca en detalle, pero se cree que el coste económico supera ya los 50.000 millones de euros y , en cualquier caso, sea lo que sea, será un coste asumido por el estado japonés, lo que es tanto como decir por la sociedad japonesa, y no por la compañía eléctrica propietaria.
Durante todo el año que ha pasado, los defensores de las nucleares en todo el mundo y especialmente en nuesto pais han continuado mintiendo o escondiendo para mantener un negocio que cuesta vidas y provoca daños ambientales casi irreversibles.
En España la situación es especialmente preocupante, porque la central nuclear de Garoña es idéntica al reactor número 1 de Fukushima y una de las más viejas del mundo, y tiene determinada una fecha de cierre, el Gobierno ha decidido alargar irresponsablemente su funcionamiento hasta 2019. También, y más cercana a nosotros, la central de Cofrentes, también con muchos años de funcionamiento, es idéntica al reactor nº3 de Fukushima, y a pesar de los numerosos problemas que padece y sus frecuentes averías, hace una año fue también autorizada para funcionar diez años más, sin esperar siquiera a la evaluación de los resultados de las pruebas de resistencia que se le han realizado, por la comisión Europea.
Como en Fukushima, las consecuencias de una catástrofe nuclear no se limitarian a los alrededores de Garoña o de Cofrentes, se extenderán por todo el país y lo condenarían a un futuro dantesco. Este es el riesgo que el gobierno asume, a cambio de que los propietarios de la central sigan ganando cientos de millones de euros, mientras el precio de la electricidad se mantendrá inalterable, cierren o no las centrales nucleares.
Por todo ello, hacemos desde aquí un llamamiento y exigimos al gobierno español, y del resto de los países nuclearizados para que, poniendo por delante el bienestar y el futuro de la ciudadanía de los beneficios de algunas empresas, apuesten por un modelo energético basado en la gestión de la demanda, el ahorro y la eficiencia energética, y en la generación mediante energías renovables y cierren, de una vez, y para siempre, Garoña, Cofrentes y el resto de las nucleares.
http://cronicadigitalcomarcal.blogspot.com/2012/03/la-prorroga-de-la-vida-de-la-central-de.html